"Las vacunas no son dañinas en sí mismas. Hacen daño si se dan sin controles"
el profesor Franco Nobile, oncólogo y profesor de semiótica en Siena. “El protocolo de vacunación en sí es impecable. Pero hay descuido y superficialidad. Se deben hacer pruebas inmunológicas cuidadosas antes de administrarlas. Si se usan incorrectamente, pueden disminuir la inmunidad y abrir las puertas a cánceres y otras enfermedades”. Y habla de administraciones reiteradas, de intervalos y procedimientos no respetados, de poca transparencia del sistema de salud militar.
ROMA - El de los protocolos militares de sanidad y vacunación que involucran a todos es un sistema impecable en el papel pero fuertemente deficiente en la práctica. La falta de controles, los médicos descuidados, las vacunas hechas indiscriminadamente en absoluto, ponen en riesgo la vida de quienes se las someten sin poder resistir realmente. En retrospectiva, después de enfermarse, demostrar que ha contraído la enfermedad en el trabajo es muy difícil.
El Prof. Franco Nobile es especialista en oncología, profesor de semiótica quirúrgica en la Universidad de Siena, presidente de la sección de Siena de la liga italiana contra el cáncer, un centro nacional de excelencia. Durante años ha estado siguiendo las investigaciones relacionadas con los tumores que desarrollan los militares, ha recorrido la del uranio empobrecido para dedicarse ahora a los daños que provocan las vacunas.
Profesor Nobile, ¿las vacunas causan tanto daño?
“Las vacunas no son dañinas en sí mismas, al contrario, son un logro importante para nuestra sociedad. Hacen mucho daño si se usan de manera inapropiada, si se hacen juntas, si contienen conservantes tóxicos como el mercurio y el aluminio, si se hacen en las personas que no lo son En ese punto se demuestra que se bajan las defensas y se abren las puertas a enfermedades muy graves como el cáncer, la leucemia pero aún más frecuentemente enfermedades autoinmunes: tiroiditis, artritis, colitis, te pongo un ejemplo: a un soldado recién contratado se le pone las vacunas pero no se le pregunta si ya tiene tétanos, a lo mejor antes era mecánico, ya tenía tétanos y esa vacuna nueva le hace daño, lo correcto sería hacerle pruebas de anticuerpos e inmunológicas que analicen los anticuerpos que ya tiene cada persona, se evitarían muchas consecuencias trágicas. Además, los procedimientos son correctos, pero su aplicación no lo es”.
Esto es serio. ¿Como sucedió esto? ¿Es posible que conscientemente quiera poner en riesgo la vida de estas personas?
“A estas alturas todos los médicos conocen los riesgos y los efectos. Pero no, no creo que haya una voluntad criminal concreta… Prefiero hablar de descuido, falta de atención, superficialidad. Muchos médicos militares tienen doble o triple trabajo, muchas veces estas vacunas las hacen las enfermeras, solo inyectadas, sin tanto alboroto, entonces muchas veces hay prisa, si 500 personas tienen que irse al exterior, a lo mejor se les hace un analisis certero a todas, resulta que 100 no se pueden vacunados y no pueden salir. El procedimiento se vuelve largo, costoso, difícil. Se corta, todos reciben las mismas vacunas y entonces algunos se enferman. Encontré grupos de soldados que cada vez que salían para una misión se volvían a vacunar”.
Entonces, ¿es también un desperdicio económico, además de un riesgo para la salud?
“Sí, muchas veces en todos estos años me he preguntado por qué se creó la sanidad militar. Quizá al principio queríamos darle un canal privilegiado, excelente, a quienes visten el uniforme. Hoy la verdad es que esa gente estaría mejor. si pasaran por la ASL como todos los ciudadanos normales y ademas seria mas economico y mas transparente.Yo soy parte de la Liga del Cancer y de la Comision Parlamentaria de Investigacion del Uranio Empobrecido, no podemos investigar porque la Sanidad Militar no Permitelo ".
¿Cuál debería ser el siguiente paso?
“Además de respetar los protocolos, desarrollar pruebas inmunológicas gratuitas para todos los militares para indicar qué vacunas hacer y si ponerlas. Eso ya salvaría muchas vidas”.
¿Sería muy caro?
“No, para nada, pensar en grandes números y hacer convenios con institutos de inmunología sería un gasto insignificante frente a la ventaja que se obtiene”.